Dónde hospedarse y qué hacer en las Cataratas de Iguazú del lado Brasilero y del lado Argentino.
No sabíamos que existía un lugar que concentraba tanto arcoiris, más mariposas que moscas e impresionantes demostraciones de la fuerza de nuestra madre tierra.
Vlogs del viaje👇🏻
Lado Brasilero
Primer día, llegamos al Hotel das Cataratas, operado por la cadena Belmond. El único ubicado dentro del parque Iguazú y a pocos metros del inicio del recorrido.
La primera impresión: una vista imponente y única de las caídas al frente nuestro, esas que pertenecen al lado argentino (pero se ven panorámicamente desde el lado brasilero).
La recomendamos este hotel porque los huéspedes tienen acceso al parque las 24 horas del día (el horario para el público en general es de 9am a 5pm). Salimos a ver el parque a las 7 de la mañana y estuvimos prácticamente uno a uno con las inmensas caídas de agua. Experimentamos la calma de un espacio natural, verde, abierto, lleno de aves y mariposas, y la furia de las caídas de agua, rociando chorros a toda velocidad sobre nuestras caras y mojando nuestra ropa en segundos.
Una de las partes más divertidas del viaje fue esa, sentir el agua cual ducha, y es que si al viento le provoca te va a dirigir el agua con toda su fuerza ¡Vale la pena mojarse! y a veces es inevitable, por lo que llevamos una muda de ropa.
Recorrimos la ruta brasilera en dos horas considerando paradas, para aprovechar mejor el día tomamos el Macuco Safari (tour que costó 198 reales), empezó con un recorrido en auto, seguido por una pequeña caminata y cerró con el acercamiento a las cataratas en lancha.
En la parte final del recorrido hay puestos de comida y un restaurante buffet llamado Porto Canoas (costo 50 reales) con comida típica brasileña y con suerte música en vivo.
DATO: hay buses ecológicos gratuitos con varias paradas a lo largo de la ruta para los que no quieren caminar demasiado.
Lado Argentino
“El lado brasilero para admirar, el lado argentino para vivir” quién inició este dicho sabía de lo que hablaba.
Argentina alberga casi el 80% de las caídas de agua de todo Iguazú, por eso Brasil tiene la mejor vista y Argentina las rutas más largas para recorrerlas.
Antes de partir hacia el lado Argentino (40 minutos de distancia) pasamos una noche en Marica Bed and breakfast, súper acogedor y cuidadoso con los detalles, opción de menor costo que no sacrificó un buen servicio.
En argentina nos hospedamos en el Hotel Sheraton (ahora operado por Meliá hoteles) : habitaciones con vista a las cataratas y tan cerca que permite que escuches la fuerza del agua cayendo hasta en la noche.
El agua trepando, pintada por la luz del amanecer |
Ruta inferior: Aquí vimos a las cataratas en el punto donde caen y forman acumulaciones enormes que se confundían con el río, una de la mejor ruta para fotos.
Ruta superior: Otra perspectiva de las cataratas (verlas desde el punto en que caen) y un poco de vértigo.
Garganta del diablo: Nuestra favorita, nos gustó tanto que fuimos dos veces.
Luego de una caminata de 30 minutos llegas al caudal más grande de Iguazú visto desde su origen a una altura de 80 metros, una primera vista que nos dejó sin aliento. La mezcla entre la grandeza del caudal y el fuerte sonido del agua al caer es impresionante.
Según nos contó un encargado del parque fuimos a la mejor hora: justo antes del cierre (como a las 4pm) el sol apunta a las caídas y toman un brillo único, además con mayores probabilidades de ver un arcoiris.
Estuvimos dos días en el lado brasilero y dos en el argentino y nos permitió disfrutarlos con calma.
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