Desde Iquitos hasta Madre de Dios, pasando por Amazonas, Tarapoto y Pucallpa. Fuimos a toda la selva peruana, porque ir a uno nos dejó con ganas de más, de ir más profundo, de descubrir nuevas especies, de conocer a nuevas personas, con diferentes historias que contar, desde visitas de duendes hasta lagartos saltarines por la noche.
Aquí van de la selva, sus encantos.
1. Los alucinantes lagos espejo, donde se reflejan los colores más bonitos de la abundante vegetación amazónica.
2. Desconectarte de todo, literalmente. Tienes la opción de alojarte en Lodges muy adentro en la selva donde la experiencia es completa. Por la noche estar sin electricidad, convivir sólo con la luz de la luna y las luciérnagas, cambiando el ruido del tráfico por el canto de los animales ocultos en la noche.
3. Las múltiples especies de flores exóticas que se asoman entre la vegetación, entre las que destacan las sofisticadas orquídeas.
4. Atardeceres que se te van a grabar en la retina. Mucho mejor si los puedes apreciar desde un paseo en canoa por el río.
5. Caminar entre cientos de árboles que te impresionarán por su altura, y te darán la sombra perfecta para el intenso calor amazónico.
6. Encuentros con las diferentes especies de animales amazónicos, como el delfín rosado, el pasivo oso perezoso o los divertidos monos tití.
7. Imponentes cataratas donde vale la pena refrescarse, un rico contraste de agua heladita para el caliente clima que caracteriza la región.
8. Más de 2 mil especies de mariposas de todos los colores y tamaños.
Fuente: http://www.mincetur.gob.pe
9. Pasar el día rodeado de vegetación, por donde mires apreciar ese brillante verde natural. Puede ser la mejor medicina para curar hasta la mente más estresada.
10. Los deliciosos platos de la región. Hecho a base de plátano como el tacacho y el maduro o los ricos juanes elaborados con arroz, gallina y huevo, hervidos envueltos en hojas de bijao, todo un manjar.
11. El impresionante río Amazonas y sus curvas que hacen que parezca una enorme anaconda. Si tu vuelo llega de día, pide un asiento al lado de la ventana ya que verlo desde las alturas es una experiencia imperdible.
12. El agüita de coco, dulce y heladito, pocas veces probarás algo tan refrescante y natural.
13. Probablemente la razón más importante, la calidez de su gente, amables, afectuosos, siempre recibiéndote con una sonrisa y dispuesta a sacarte otra con sus ocurrencias.
La selva te espera, las razones sobran.
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